Guayaquil en 1846, según Cayetano Osculati

No nos asombremos que el Coronavirus sea predominante en Guayaquil

Aunque hoy en día estén desaparecidas o casi extintas Quito y Guayaquil a lo largo de su historia ha debido enfrentar cierto número de pandemias y enfermedades que han puesto en jaque a su población y a sus gobernantes, es así que los hospitales se los consideraba lugares del “buen morir” ya que más que lugares de sanación eran lugares que se encargaban de sanear a las ciudades y de limpiarla de vagabundos.

La influencia cultural europea hizo que mejoraran las condiciones de salud en la época, pero también estas visitas fueron la razón y el motivo de muchas de las epidemias que llegaron a América, la mortalidad fue enorme porque según explica el historiador Alfonso Ortiz, ex cronista de la Ciudad, “los pueblos indígenas no tenían defensas biológicas contra estos males importados”. Un caso que debemos resaltar fue la llegada de la Misión Geodésica Francesa, uno de los factores de mayor renovación cultural en Quito, que no trabajó solamente en las mediciones geográficas, sino en la enseñanza de algunas técnicas curativas y medicinales que serían impuestas en Quito, particularmente en la segunda mitad del siglo XVIII.

Guayaquil geográficamente se implanta junto al rio Guayas el cual ha traído ventajas y desventajas hacia la población; por una parte, el rio tenía abundantes manglares y la existencia de zarzaparrilla [i](planta que estuvo ligada a tratar la sífilis francesa). Sin embargo, el rio causa inundaciones a la ciudad lo que repercute en la división[1] (uasb.edu.ec, 2002) las cuales llegan al interior de la provincia con plantas y raíces venenosas afectando a la población que ingería el agua, es por esto que una de las enfermedades que fue común en Guayaquil, producida por el uso de estas aguas contaminadas, fue la disentería o “mal de vientre” que se expresaba con dolores intestinales y afecciones gástricas de todo orden. Otra de las enfermedades permanente que pudo estar, vinculada al río, sobre todo con el aparecimiento de zonas fangosas y pantanosas. Esta fue el “vómito prieto” que, si bien no se ha llegado a determinar, pero por sus síntomas similares se lo compara con la fiebre amarilla, especialmente notoria hacia 1740, llegando a niveles de epidemia en 1743 y de la cual morían sin haber forma de curarlos. Esta enfermedad requirió de años para ser limpiada en el puerto.

Estas condiciones no solo afectan a los habitantes deteriorando sus condiciones de vida, sino que alteran los circuitos comerciales, pues en momentos que surgen los brotes de enfermedades epidémicas, se perjudica la vida comercial y económica. Por tanto, la “cuarentena”, significan procesos de contracción económica dificultando aún más las condiciones económicas y poblacionales. (1919)

Es así como desde inicios del siglo XVI hasta el siglo XX existen registros que existieron enfermedades como la viruela gripe y tifoidea, el brote más fuerte de la viruela fue la del 1783 y 1785 diezmando entre 3000 y 8000 quiteños, considerando que la población era de 286 076 habitantes, la gripe española también golpeo al país llegando a Guayaquil en 1918 es por esto que inmediatamente se clausuraron las actividades públicas y privadas suspendiendo temporalmente las clases escuelas, colegios y universidades (nacional, 1919) es así como en esos tiempos al igual que ahora el aislamiento es clave para frenar la pandemia.

Hasta que en 1805 se inaugura en Quito la vacunación para evitar la viruela (Beltrán, 2020) de esta manera se pudo controlar de mejor manera ciertas pandemias sin embargo la población ha aprendido a convivir con las mismas

Hoy en día vemos el incremento de casos infectados en la provincia del Guayaquil, y la historia no dice lo contrario ya que como podemos ver Guayaquil siempre se caracterizó por su intercambio poblacional, por su importancia en los astilleros, por lo tanto siempre ha sido una de las puertas más importantes hacia el territorio siendo el ingreso de mercadería y de turismo, en su tiempo tenía contacto directo con Lima y otros astilleros de Latinoamérica y hoy en día con algunos de los puertos más importantes del planeta.

[1] En 1709, la ciudad de Guayaquil con más de una milla y media de largo, ya se encontraba dividida en la ciudad vieja y en la ciudad nueva. Esta división se había decidido por los constantes problemas provocados por las frecuentes lluvias y la dureza del invierno, así como por los incendios que habían destruido a la ciudad en múltiples ocasiones, complementándose el panorama debido a los ataques de los piratas. (2002)

 

[i] Lo cual nos demuestra que la existencia de enfermedades de transmisión sexual también había echado raíces en el puerto afectando, inicialmente, sobre todo a la población masculina.

 

 

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